
¡Hola, hola! Voy a aprovechar estos días para ponerme un poquito al día con el blog, y es que ¡hacía tanto tiempo que no os contaba cositas sobre mi hogar…! Ayyyy, qué ganitas tengo de retomarlo.
¿Recordáis mi cocina anteriormente? Tenía un aspecto parecido a este.

Pues imaginaos si hace tiempo que no publicaba cositas hogareñas que la Semana Santa pasada (ya hace casi un año de eso), tuve un percance. Y es que mientras estaba de viaje en Marruecos, los armarios de una de las paredes de la cocina se cayeron (menos mal que no le cayó a ningún gato ni ninguna persona encima porque pesaban bastante. Tanto es así, que al caer, se rompieron. Lo mismo que ocurrió con muchas de las fiambreras y botes de cristal que guardaban dentro.
El panorama que encontramos al volver fue algo así:


Los armarios rotos, las fiambreras, los platos. Afortunadamente, no le cayó a nadie encima. Y la Roomba que estaba debajo y el bebedero automático de los gatos no sufrieron daños. Pero mi ordenador portátil estaba en la bancada, y jamás volvió a funcionarle la pantalla.
Por supuesto, lo primero que hicimos fue llamar al seguro. Pero ¿sabéis qué? Al no haber habido ningún terremoto, inundación, incendio… nada que lo hubiese ocasionado, se consideraba un mal montaje del mobiliario, y por tanto no se hacían cargo de los gastos de reparación. Simplemente se limitaban a enviarte gratuitamente a alguien que presupuestase unos nuevos armarios para la cocina. ¿En serio? ¡Si eso es gratuito en la mayoría de empresas!
En fin, decidimos no hacer nada con ese rincón. No renovar los armarios. Reubicar las fiambreras a otro armario y dejar esa pared desnuda. Y así es como ha continuado el último año.
¿Ventajas de la cuarentena? La creatividad que produce el tiempo libre
Este era el aspecto que esa pared desnuda de la cocina ha tenido durante el último año:

Pero tras la cuarentena, que me ha dado por limpiar, ordenar, etc. Quise llenar esa pared de luz, de plantas, de color… de algo decorativo. ¿Problema? No tengo demasiadas macetas pequeñas para poder colgarlas y ahora no es momento de salir a comprarlas. ¿Solución? Reciclar materiales que tenía por ahí. ¿La idea y los materiales? La idea y los materiales surgieron de este post de Instagram al poco de empezar mi cuarentena.
Así que los materiales consistían en: papeles de colores, abalorios, cordeles y pizarritas como material de base y una botella de plástico pequeña que guardaba desde hace meses (la única que tenía en casa y que podéis ver la foto inferior).
Ver esta publicación en Instagram
Y así es como ha quedado el rincón vacío de los armarios
Con unos pocos arreglitos de materiales reciclados (la fabricación de las macetas es muy parecida a la que explico en este post), pudo quedar un rincón así de colorido y alegre :)

¿Os gusta?
Justo el verano pasado aproveché para decorar otro pequeño rincón de la cocina, ¿os acordáis?
¿Aprovecharéis estos días para renovar y re-decorar vuestros rincones favoritos de la casa? :)
¡Ánimo! Hagamos de estos días una pausa útil y gratificante.
Deja un comentario