
Hace un par de Navidades me regalaron unas plantitas de plástico muy cuquis que daban el pego totalmente.
Durante este tiempo, han lucido espléndidas en el cuarto de baño verde. Pero soy tan torpe que al final las he tirado el suelo (primero una y luego otra) y las cúpulas de cristal con las que venían se han roto.
Por otra parte, hace un tiempo a mis padres les regalaron un recipiente para guardar las cápsulas de café Nespresso. Ellos no sabían dónde poner aquel envase, y como yo soy una «trastera» que lo va recogiendo todo, al final me quedé con él.

Entonces pensé «¿Y qué hago yo ahora con este recipiente si no tengo cafetera de cápsulas?» Y aquí se me ocurrió que este vaso gigante podía servir de cúpula y de maceta para las plantas falsas que habían perdido la suya.
Solo me hacía falta algo que sirviese como sustrato para terminar de rellenar el fondo del recipiente y que las plantas falsas no quedasen suspendidas en medio de un suelo de plástico. Pero eso tenía fácil solución: en un bazar multiprecio encontré esta bolsa de piedrecitas por 0,75 €. Más que suficiente para rellenar el recipiente.
Aquí os dejo el resultado del centro de mesa: una manualidad que me ha costado menos de un euro y que es muy rapidita de elaborar y además muy resultona.

Espero que os haya gustado la propuesta y que pongáis en práctica vuestras propias ideas para combinaciones de centros de mesa.
Nos vemos en el siguiente post ;)
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