El regalo que le hicimos mi chico y yo a mi sobrina por su primer cumple fue un tablero de actividades Montessori creada por nosotros.
¿Qué es una tabla de actividades Montessori?
Con estas tablas se desarrolla la motricidad de los niños a través de objetos de la vida cotidiana. Esto cumple una función pedagógica, que según la filosofía Montessori, ayudará al niño a prepararse para realizar futuras tareas en su día a día.
Lo bueno de esta tabla es que es totalmente personalizable y se puede fabricar con cosas que nos sobren por casa o también comprando miles de cachivaches que encontremos.

Para ello nos servirán: instrumentos de ferretería, aparatos con interruptores, botones, ruedas o palancas, luces, timbres, pestillos, cerrojos, velcros, prendas con cremalleras…
¿Cómo elaborar una tabla Montessori?
Hacer una tabla Montessori es muy sencillo y económico. Os dejo aquí el detalle de algunos de los elementos que usamos nosotros.
A mi sobrina le encanta tocar botones, así que no era una mala idea añadir a esta tabla una calculadora que teníamos por casa. Además, cada vez que la acercas a la rueda que regula el aire acondicionado puede pasarse minutos y minutos frente a ella, así que… ¿por qué no poner una rueda de este tipo a una altura a la que ella llegue?
Un timbre de una bici, luces led, una tira de velcro, un bolsillo con un botón, cadenas, un candando (al que por ahora le hemos quitado las llaves), un interruptor para la luz, el rollo de papel higiénico (que por cierto le encanta desenrollar, parece un vídeo de esos de gatitos que se entretienen de esta forma en el cuarto de baño)… Cualquier elemento cotidiano puede ser excelente para incorporarlo a un tablero de actividades.
Muchas veces guardamos en casa materiales que hemos empleado en pequeñas reparaciones que podemos reutilizar para elaborar una tabla así: tiradores, cerrojos, interruptores… Así que ¡la creación de una tabla Montessori es la oportunidad ideal para darles una segunda vida!
El resultado
Aquí os dejo imágenes para que comprobéis cómo quedó el regalo para nuestra sobrina:
Para que la tabla quedase en pie, la atornillamos a un caballete. De esta forma, tiene la altura perfecta para un niño o niña de un año o dos de edad. Así, la tabla puede desplazarse de una habitación a otra y no es necesario que esté siempre anclada a una misma pared.
Esto nos hizo pensar que tal vez podríamos aprovechar la parte trasera del caballete para incorporar algún otro elemento más. De forma que añadimos un par de alcayatas para poder añadir una pizarra magnética de quita y pon para que en un futuro ella pudiese jugar con imanes de colores e incluso formar palabras.
Y aquí os muestro a mi sobrina encantada con su regalo nuevo
¿Qué os parece este DIY? ¿Creeis que es una buena iniciativa para desarrollar el aprendizaje de los niños? Si lo ponéis en práctica no olvidéis mandarme fotos y dejarme vuestros comentarios.
Espero que os haya servido de inspiración. Un beso a tod@s y hasta el próximo post.