Tatami japonés… ¿por qué no?

Como ya habéis podido comprobar, mi dormitorio intenta inspirarse en el estilo japonés, de manera que adquirir un tatami donde alojar el futón para dormir se presentaba como un deber ineludible.

Al principio, consideré adquirir este mueble en tiendas especializadas en mobiliario japonés (futondream, futonart, futonia…). De hecho, ¿qué mejor tienda para obtener algo tan específico?

Pero más tarde, al consultar diversos foros en internet encontré algunos comentarios recurrentes acerca de la proliferación de pequeños insectos en los tradicionales tatamis de paja de arroz. No sé si tales comentarios serán ciertos o no, pero a mí, desde luego, se me esfumaron las ganas de introducir los tatamis originales en mi dormitorio.

No obstante, yo seguía enamorada de la idea de tener una base de tatami aunque no fuese de su material tradicionalmente original. Así que la conclusión inmediata fue, ¿por qué no hacer la cama de madera?

Así, se eliminaba el problema de los insectos de las esterillas fabricadas con paja de arroz que se insertan normalmente en la base de un tatami. Además, si la estructura pasaba a ser de madera, no tenía la necesidad de dejar sobre ella un ligero futón, sino que podría soportar la carga de un colchón al uso, mucho más pesado.

Y ya puestos a renunciar a un tatami original, ¿por qué no incluir cajones en el bajo de la cama o algún otro mecanismo y aprovechar ese espacio para guardar mantas, sábanas y demás?

De acuerdo, ya tengo la idea: cama baja, de madera, con aspecto de tatami pero con cajones. ¡Manos a la obra! Vamos a buscarla… ¡Qué decepción! Busqué un mueble de estas características por miles de tiendas de mi ciudad, pero ninguna se acoplaba del todo a mi idea, ¡por no hablar del precio!

Así que, aunque parezca mentira, en estos casos es mucho más práctico decantarse por encargar este trabajo a un carpintero que realice la base de la cama a medida. Quizás no es lo más económico, pero al menos así no te gastarás una millonada en una cama que «no termina de convencerte», sino que será a tu gusto y ajustada a tus necesidades de espacio.

Después de encargarlo a un carpintero de confianza, el mueble quedó como el que se observa en la siguiente imagen: una base para la cama de una altura baja (260 x 230 x 24 cm), trabajado sobre madera de haya (en la foto podéis ver a Elrond, el anterior rey felino de la casa que os presenté en un post del anterior blog).

IMG_1443

Por supuesto el bajo de la base está aprovechado con grandes cajones donde cabe todo tipo de ropa de cama: tres cajones a cada lado de la cama (66 x 80 cm) y uno a los pies (75 x 95 cm). Estas medidas no cubren por completo toda la extensión del mueble, simplemente reflejan el espacio del que dispone la habitación alrededor de la cama.

cama

Espero que estas ideas os hayan resultado útiles. Ya veis que a mí si me entra una idea en la cabeza me resulta muy difícil ignorarla; así que si a vosotros os surge este mismo problema, espero haberos inspirado para encontrar una solución que os complazca tanto estética como pragmáticamente.

¿Qué os parece? ¿Os ha gustado mi versión en madera de tatami japonés? Ya sabéis que todos los comentarios son bienvenidos. Mi consejo es que si vosotros también lleváis las ideas claras, no os dejéis desalentar cuando os digan en las tiendas que vuestro diseño no es factible.

Un saludo a tod@s. Nos vemos en el siguiente post. Hasta entonces, un beso muy fuerte.

2 comentarios

Deja un comentario