
El tiramisú es un postre frío muy fácil de hacer ya que no necesita horno. El resultado es espectacular y suele gustar a todo el mundo.
Su nombre proviene del italiano tirami sú, que significa “tira de mi”. Esta expresión vendría a decir algo así como “elévame”, ya que degustar este postre haría a uno elevarse al séptimo cielo.
Este es el postre que elegí para servir en Nochevieja después de las uvas. Además de que es una verdadera delicia para el paladar, este dulce era un reto para mí: mi cuñado es italiano y quise agasajarlo con un postre de su tierra para ponerme a prueba y ver si conseguía el aprobado, jeje. El resultado fue que todos quedaron encantados ¡y yo aún más!
¿Os quedáis a leer la receta?
Ingredientes
- 500 gr. de Mascarpone
- 120 gr. azúcar + 30 gr.
- 4 huevos
- 150 ml de café
- Un chorrito de licor de café (como yo no tenía, he usado whisky con miel)
- Cacao en polvo

Preparación
Antes de nada, prepararemos unos 150 ml de café y lo dejaremos enfriar. Yo este café lo mezclo con un poco de azúcar (30 gr. o al gusto).
Por otra parte, empezaremos a mezclar las yemas y el azúcar de nuestra masa. Una vez mezclados también añadiremos el mascarpone.

Con unas varillas, batimos las claras a punto de nieve para que nuestra masa quede esponjosa.

Mezclamos todo bien haciendo movimientos circulares con una espátula para que no se bajen las claras.

Por último, montaremos el tiramisú.
Para ello, utilizaremos nuestro café (ya frío), al que le habremos añadido azúcar al gusto. Si nos gusta el tiramisú con un toque de licor, también podemos incorporar un chorrito de Amaretto o licor de café. Yo no tenía en casa y usé whisky con miel. El resultado (a mi gusto) fue la mar de satisfactorio.
Para montar el tiramisú, primero pondremos una capa de masa sobre el fondo del molde. A continuación iremos bañando ligeramente los bizcochos en el café y depositándolos sobre la capa de mascarpone. Una vez finalizada la capa de bizcochos, añadiremos otra capa de mascarpone.
Repetiremos estos pasos cuantas veces sea necesario para llegar hasta llenar nuestro molde. Acabaremos con una capa de masa mascarpone.

El toque final
Una vez hayamos terminado de montar las capas de nuestro tiramisú, taparemos el molde con papel film y lo dejaremos enfriar en la nevera al menos dos horas (cuanto más tiempo lo dejemos enfriar, más compactará en la nevera).

Cuando vayamos a consumir el tiramisú: desmoldamos y espolvoreamos cacao en polvo por encima. Un truquito para que el cacao quede mejor es espolvorearlo con la ayuda de un colador.

Y… Buon appetito! Listo para servir y comer.
Animaos a hacerlo en casa. Está buenísimo…
¡Ñam!
Nos vemos en el próximo post.
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