Hoy os muestro una parte del piso que hasta ahora no habíais visto: el segundo baño de mi hogar. Es de un estilo algo más serio y oscuro que el verde, con un carácter más adulto y con esencia de baño de matrimonio.
La principal diferencia de este cuarto de baño respecto al verde, además del color, es que en lugar de bañera tiene una ducha (de la que os hablaré más adelante) y que tiene dos pequeñas pilas en lugar de un solo lavabo.
En este baño se combinan las grandes baldosas de color chocolate con los tonos beige.
El suelo es de color negro pizarra. Aunque en el momento de la compra me desaconsejaron totalmente mezclar negro y marrón, a mí me parece que el resultado no ha quedado nada mal. De hecho, cada día estoy más convencida de que si el suelo hubiese sido también marrón, esta estancia habría quedado demasiado monocromática (otro argumento a favor de que cuando algo os gusta, no os debéis dejaros convencer por los demás y sí seguir vuestro instinto o preferencias).
Para el mobiliario, sin embargo, sí que decidí seguir jugando con los marrones, por lo que tanto el mueble bajo el lavabo, como el armario lateral están fabricados en tonos wengué.
Para que el resultado fuese lo que veis ahora, este aseo también fue sometido a una reforma integral cambiando ligeramente los sanitarios de lugar y sustituyendo todo el alicatado.
Ya os iré contando cositas al respecto. Hasta entonces: un saludo.