
¡Pues sí! Acertasteis. Al final me salí con la mía y me hicieron un vestidor tal y como el que había ideado: mismas medidas, misma forma de C, misma estructura de cajones y estantes… ¡Bien!
¿Recordáis cómo era el plano de armario que os enseñé? Pues el interior del vestidor quedó tal cual lo imaginaba en mi mente. Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejo aquí una foto de cómo fue quedando el vestidor durante su montaje.
En estos escasos tres metros cuadrados de armario podemos encontrar cajones, estantes, altillos y al menos una barra para colgar perchas en cada una de las tres paredes que están vestidas. Eso se llama aprovechar bien el espacio, ¿no creéis?
Lo más llamativo de esta estructura en C es que la parte central está totalmente optimizada para alcanzar todos los rincones de la manera más accesible posible. Esto se consiguió con unos estantes laterales que se van haciendo menos profundos al llegar a sus extremos. Así, si miramos al suelo del vestidor, la estructura nos recuerda más a una M que a una C.
La parte más profunda de los estantes mide 53 cm (la profundidad de un armario estándar) y la parte menos profunda mide 25 cm. La suerte es que como yo soy pequeñita, mi ropa tampoco necesita más de 25 cm para caber plegada en los estantes. Si el armario fuese para un hombre, probablemente sí que necesitaríamos darles más profundidad. Pero en este caso, estas dos columnas de estantes cubrían por completo la necesidad de estantes que yo precisaba.
Los cajones están distribuidos en la parte central y la de la izquierda. Y el resto de espacio del armario fue destinado a barras para colgar ropa. ¡Ah! Y a los altillos, para no desaprovechar esos últimos centímetros de altura a los que yo soy incapaz de llegar.
Además, tal y como os comentaba en el post anterior, al unir los espacios de la habitación y el balcón, fue posible robarle 50 x 70 cm al balcón para regalárselos al vestidor. Y aunque esta extensión no cabía dentro de la C del armario, aproveché para crear una estantería anexa que quedase incluida dentro de las enormes puertas correderas.
¿Para qué creéis que destiné esta estantería? ¿Y el resto de estantes y cajones? Me reservo este misterio para un último post sobre el vestidor donde podréis ver el armario ya totalmente lleno de pantalones, faldas, vestidos, camisetas, cajas de zapatos… ¿Queréis hacer apuestas sobre la organización de la ropa por la que me decanté?
¿Y os habéis fijado en el cable negro que cuelga del techo dentro del armario? Resulta que me empeñé en tener luz dentro del vestidor pero el electricista no tenía nada claro que fuese posible. Este es otro ejemplo más de que no os debéis rendir frente a lo que vosotros deseáis hacer en casa. Muchas veces la excusas son porque resulta costoso o diferente a lo que los trabajadores están acostumbrados a hacer, pero no quiere decir que sea imposible.
Así que tras sacar este cable por aquí desde el cuadro de luz más cercano y sacar otro cable que iría oculto entre las maderas del armario para que conectase con el interruptor, fue posible el objetivo de encender la luz dentro del pequeño vestidor. ¿Dónde se os ocurre que podría ubicarse un interruptor dentro de un armario?
Dejad vuestros comentarios acerca de estos y otros misterios aquí abajo. Nos vemos en el siguiente post
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