
Comer es un placer. Y la presentación de un plato es tan importante como su receta, ¿o acaso no dicen que también comemos por los ojos?.
La vajilla donde se presenta un plato es esencial en esta primera impresión antes de comerlo. A mí personalmente, que me encantan los colores vivos como ya habréis podido comprobar; me parece que jugar con los contrastes es una fantástica elección.
Así que sin más preámbulos, os presento mi vajilla. Esta es la manera en la que tengo organizados los platos en mi cocina. Cómo no: clasificados por colores.
Es la vajilla que uso a diario y también en las ocasiones especiales. ¿Para qué tener dos ocupando espacio en la alacena? Yo creo que es mucho mejor tener una sola pero, eso sí, ¡que te encante!. Con un diseño sencillo y que nos guste, no nos dará pena usarla a diario. Pero si es una vajilla que nos gusta mucho y con la que nos sentimos identificad@s, seguro que nos sentiremos orgullos@s de mostrarla ante las visitas ¿o no?
Para aquellos a los que os interese: los juegos de platos rojos y verdes los adquirí en Habitat (4 piezas de cada tipo: plato llano, plato hondo, plato pequeño y bol). Los juegos de platos amarillo y morado (6 piezas: plato grande, plato pequeño y plato hondo) son de Práctica. Al ser de distintos fabricantes, los juegos no son exactamente iguales, aunque sí muy similares.
¿Qué decís? ¿Os gusta mi vajilla?
Un saludo a tod@s y hasta el próximo post.
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