Ya estamos bien metidos en el otoño, y con ello, se acerca una de sus celebraciones más carismáticas : ¡Halloween!
Si hace 15 años me hubiesen dicho que en esta fiesta tan anglosajona, nosotros también decoraríamos nuestros hogares, nos disfrazaríamos e incluso llamarían a nuestra puerta reclamando caramelos, no me lo hubiese creído. ¡Pero aquí estamos! Y todas esas cosas ya ocurren, así que… ¿para qué resistirnos a esta divertida fiesta en la que casi todo vale?
Hay mucha gente que se curra mucho la decoración de su casa, cosa que muchas veces sale por un pico. Pero yo, soy de la opinión de que, dado que es una fiesta de un solo día, no merece la pena hacer una gran inversión en ella.
Por suerte, existen algunos trucos para poder decorar la casa para la ocasión de una forma muy económica.
1. Que no falten las telarañas
¿Qué sería de un Halloween sin telarañas y bichos por doquier? Aprovechemos este elemento tan característico para ambientar nuestro hogar. Una bolsa de telarañas falsas cuesta más o menos un euro, y si la estiramos lo suficiente, nos da para cubrir una buena superficie (aproximadamente una habitación pequeña).
Algunas bolsas de telarañas vienen incluso con unas pocas arañas de plástico que podremos colgar donde queden más visibles.
¡Ah! Se me olvidaba mencionarlo: si tenéis gatos en casa, ya os voy avisando de que se volverán locos con esta nueva decoración tan mullida y que se mueve al viento, o con tan solo pasar a unos centímetros.
Y claro… en mi caso… tener dos gatos negros que jueguen con las telarañas ya ambienta bastante para un Halloween de miedo, jajajaja.
2. A falta de calabazas, buenas son naranjas y mandarinas
Es cierto que una calabaza es mucho más auténtica como decoración. Pero, ¿qué haces luego con ella? Porque normalmente las que sirven para decorar no están muy buenas para comérselas.
Así que… tiremos de productos de nuestra tierra y disfrutemos del color de las naranjas y las mandarinas. Bastará con dibujar unas caras siniestras sobre ellas y repartirlas por la casa. ¡Listo!
3. Golosinas con formas de insecto, de dedo, calavera…
También es muy divertido llenar algunos rincones de la casa con recipientes que contengan golosinas con formas que infundan miedo, fobia o asco.
Nos ayudarán a añadir complementos relacionados con la temática de Halloween, y además nos vendrán muy bien si llaman a nuestra puerta para pedirnos caramelos y dulces.
4. Velas y juego de luces
Junto con las telarañas, las velas y la luz tenue son un elemento fundamental para crear un ambiente siniestro y lúgubre. Así que no escatiméis en decorar con velas y candelabros.
Además, en vez de encender las luces de cada habitación, será mejor iluminar las estancias de vuestra casa con pequeñas lámparas de luz mucho más suave, ¿A quién le da miedo un Halloween en el que no existe un poco de oscuridad?
5. Por supuesto, ¡Disfraces!
Una de las principales razones por las que esta fiesta se ha hecho tan popular es porque nos permite disfrazarnos y sacar nuestro lado más divertido. Así que no debemos desaprovechar esa oportunidad.
¿De qué nos sirve engalanar toda la casa con nuestros adornos más fúnebres si nosotr@s mism@s no recibimos a nuestras visitas ataviados como corresponde en esta festividad? ¡Disfrutemos! Volvamos a la infancia por un día y deleitémonos con la oportunidad que nos brinda este día de ponernos un disfraz.
Además, ¿quién dijo que disfrazarse para Halloween era caro? Basta con un poco de maquillaje y algunos trapitos que nos hagan sentir en armonía con nuestro maquillaje ¡et voilà!.
¡Ah! Y otro gran invento es el látex líquido para maquillaje, con él podremos crear algunas heridas que darán más realismo a nuestro personaje.
¿Listos para Halloween?
Con todo esto, nuestra casa quedará totalmente ambientada para Halloween sin necesidad de hacer una gran inversión.
En el próximo post, os contaré unos sencillos trucos para que nuestra cena de Halloween también sea igual de terrorífica que nuestro hogar. Mientras tanto, ¡Boooooo! Disfrutad de estos días.
