La verdad es que yo no soy muy de dulces navideños, pero sí que me apetece un dulce de vez en cuando. Y la semana pasada me dieron ganas de desayunar bizcochitos de naranja. ¿Y por qué no?
Hacer tú mism@ los dulces es una forma bastante sana y natural de darnos un capricho y comer aquellas cosas de las que no debemos abusar. Así que aprovechemos nuestras cocinas porque ¡a nadie le amarga un dulce!
INGREDIENTES:
Para hacer esta receta tomaremos como medida el vasito de un yogur. Necesitaremos:
- 1 medida de yogur
- 2 medidas de azúcar
- 2 y 1/2 medidas de harina
- 1 medida de aceite
- 3 huevos
- 1 naranja
- 1 cucharada de levadura química
PREPARACIÓN DE LOS BIZCOCHITOS DE NARANJA:
Esta receta es muy fácil y rápida, solo tenemos que mezclar los ingredientes y hornear.
En primer lugar trituraremos la naranja. Debe ser una naranja con la piel fina para que no se nos amargue mucho la masa. Antes de triturarla, quitaremos los dos extremos de la naranja y la partiremos a gajos.
Y si no tenemos en casa una naranja de piel fina, podemos simplemente preparar un zumo de una naranja y añadir un poco de piel rallada.
A continuación, añadiremos el yogur para así poder disponer de su vasito como medida para los demás ingredientes.
Añadimos las dos medidas de azúcar.
Como veis, mezclar la masa es muy fácil: podemos hacerlo a mano, pero incluso también podemos hacerlo con una batidora o una licuadora que tengamos por casa.
Añadimos una medida de aceite.
¡Ah! Y un truquito que utilizo yo para que el sabor de naranja de los bizcochitos quede más intenso es añadirle un chorrito de agua o aroma de azahar que suelo tener por casa.
Añadimos los tres huevos.
Y por último, las dos medidas y media de harina y la levadura.
Para que no nos queden grumos en la masa, al incorporar la harina la tamizaremos previamente con la ayuda de un colador.
Batimos todo bien y ya tendremos preparada la masa.
Ahora falta darle la forma. A mí me gusta preparar los bizcochitos en estos moldes de silicona que venden para hacer magdalenas. Así quedan pequeñitos y perfectos para repartir entre familiares y amigos. Además se conservan mucho más jugosos que si hacemos un bizcocho grande y lo vamos partiendo.
Solo tendremos que pintar el molde con un poco de aceite y con la ayuda de un pincel o de un trozo de papel de cocina.
Pero si no tenéis un molde de este estilo, o preferís ir cortando los trozos de bizcocho al tamaño que más os guste, podéis emplear cualquier otro molde que tengáis por casa o que os guste más.
Rellenamos nuestro molde…
…Y horneamos.
Con estos moldes pequeños, hornearemos a 180º durante unos 15-20 minutos. Con la masa que hemos preparado a mí me da para unas tres hornadas (es decir, unos 36 bizcochitos).
Pero el tiempo de horneado siempre dependerá del tipo de molde que utilicemos.
Desmoldamos y… voilà! ¡Listos para comer!
¡A DISFRUTAR!
Ya veréis que jugositos y qué ricos están. Y si los metéis en una caja metálica bonita para dárselos a probar a vuestros seres queridos, ya veréis cómo les alegráis el día.
Y, por supuesto, recordad guardaros unos pocos para vosotros porque están deliciosos para el desayuno o para la hora del té.
Ya veréis cómo os endulzan estos ratitos. Hacedlos y ya me contaréis.
Un beso muy dulce para tod@s.
1 Comment
¡¡¡Eres una artista!!!