Va llegando el buen tiempo, así que por qué no cocinar una receta exótica llena de luz, sabor y unas chispas de alegría. Hoy cocinaremos fidaws al estilo marroquí.
Justo la semana pasada estuve en Marruecos, una tierra hermosa y llena de contrastes. No tuve la oportunidad de saborear este plato, aunque me hubiese gustado. Conocí esta receta gracias al restaurante Balansiya; desde entonces, es una de mis favoritas dentro de la cocina árabe.
El origen de este plato remonta a la época andalusí, en la que la pasta de trigo llegó a la cocina bereber del norte de África. Hoy os traigo esta receta de fideos al vapor con pollo: una auténtica delicia para los amantes del contraste dulce-salado.
La duración de esta receta es un poco larga, pero os prometo que merece la pena. Si lo probáis, ya veréis como querréis repetir. El resultado es exquisito, ¿os quedáis a verlo?
Ingredientes:
- 400 gr. de fideo fino
- 2 contramuslos de pollo
- 1 cebolla picada
- 1 huevo
- Jengibre
- Cúrcuma
- Canela en polvo y una ramita
- Perejil
- Almendras picadas o laminadas
- 20 gr. de azúcar moreno (opcional)
- Aceite de oliva
- Mantequilla (opcional)
- Sal y pimienta

Preparación:
El pollo y el caldo
En primer lugar prepararemos el pollo y el caldo que dará sabor a todo el plato.
Para ello, pondremos dos cucharadas de aceite de oliva en una olla (express o no). Añadiremos los cuatros traseros del pollo e incorporaremos la cebolla picada, un poquito de jengibre, un toque de cúrcuma, un poco de pimienta, unas hojas de perejil, unos polvitos de canela molida y la ramita de canela.

Cubrimos con agua todos los ingredientes, tapamos y dejamos cocinar a fuego medio.

*Según la olla que hayamos utilizado, deberemos más o menos tiempo a que el caldo esté cocinado.
Los fideos
Una vez se haya cocido el pollo, comenzaremos con los fideos.

Los cocinaremos al vapor, por lo que debemos preparar el cesto para cocinar al vapor. Si tenemos una cuscusera (como lo llaman en Marruecos), también nos vendrá de perlas.
Colocamos la olla con el cesto al vapor (o la cuscusera) al fuego. Llenamos el fondo de la olla (sin que llegue a cubrir el cesto) con el caldo resultante de hervir el pollo con las especias.

Cuando el caldo comience a hervir, añadimos los fideos cubriendo toda la superficie del cesto de vapor. En este momento rociamos los fideos con dos cucharadas de aceite y removemos bien. Este paso lo hacemos para que los fideos no se apelmacen entre sí más adelante.
Coceremos los fideos al vapor durante 20-40 minutos sin dejar de remover para que no se peguen. En cuanto veamos que la olla comienza a quedarse sin caldo, verteremos un poco más de caldo sobre ella.
Mi truco es echar el caldo directamente sobre los fideos y dejar que el cesto filtre el caldo hasta que llegue al fondo de la olla. De esa forma, vamos hidratando los fideos con el caldo que dará sabor a nuestro plato.
*Como este es un proceso largo, mientras nos encargamos de ir removiendo los fideos, podemos ir deshuesando y desmenuzando el pollo que necesitaremos más tarde.
* En este momento, hay quienes añaden el azúcar a los fideos. Yo prefiero la receta un poco menos dulce, por lo que obvio este paso.
* Si queremos una textura más suave y untuosa de los fideos, en este momento podemos añadir un poquito de mantequilla y remover bien los fideos. Como yo voy añadiendo el caldo poco a poco y este ya lleva algo de aceite de oliva y de la grasa de haber hervido el pollo, no considero necesario añadir mantequilla. Pero cada uno, hace las recetas a su gusto, claro ;)
Cuando los fideos ya estén blanditos, los retiraremos de la cocción al vapor y los colocaremos en una fuente.
El último toque: una salsa de huevo
Reservamos un vaso de agua con el caldo que hemos hervido al principio. Rompemos un huevo y lo hervimos en nuestro caldo sin dejar de remover hasta que la mezcla espese.

Preparación del plato de fidaws
En una fuente mezclamos los fideos con el pollo desmenuzado y la salsa de huevo.
Podemos rectificar de sal si fuese necesario.

Emplatamos y decoramos con canela molida por encima y unas almendras picadas o laminadas.
Y… Bon Appetite! A disfrutar de este manjar.
Ya me contaréis si ha conseguido conquistaros.