No a todo el mundo le sientan bien las legumbres, pero el Humus es una manera muy agradable y digestiva de comerlas.
La palabra «humus» significa literalmente «garbanzo«. Y aunque la receta original es con este tipo de legumbres, hoy os voy a enseñar cómo cocino yo mi versión de humus con otra legumbre: el garrofón.
Por supuesto, esta versión se puede adaptar a cocinarlo con garbanzos o con la legumbre que más os guste.
Ingredientes:
- 400 gr de garrofón congelado o de garbanzos a remojo
- Una cucharada sopera de tahín (aceite de sésamo)
- Un limón (que se me ha olvidado ponerlo en la foto)
- Un trozo de puerro
- Un diente de ajo
- Un poco de tocino de jamón
- Aceite de oliva
- Comino
- Pimentón dulce
- Sal y pimienta
Con estas medidas yo tengo para unos 550 gr de humus, así que cuando lo cocino, o bien congelo para otras ocasiones o reparto tarritos de humus entre mi familia. Pero si queréis raciones más pequeñas solo hay que ajustar las cantidades y listo.
Modo de preparación:
En primer lugar, herviremos las legumbres (garrofón o garbanzos). Pero para que nuestra receta quede bien sabrosa, haremos un cocido con las legumbres, un trozo de puerro, un poquito de tocino de jamón y sal (esto del jamón es un sacrilegio allí donde es originaria esta receta, pero ya os he adelantado que esta es mi versión personal). Dejaremos que hierva todo a fuego lento durante 40 minutos en una olla (o unos 20 minutos si se trata de una olla express).

Una vez hemos hervido todos esos ingredientes, pasaremos a triturarlo todo mientras añadimos los demás ingredientes: el zumo exprimido de un limón, un diente pequeño de ajo (le podemos quitar el germen para que no repita), una cucharada generosa de tahín (aceite de sésamo), un poco de comino al gusto y un chorrito de aceite de oliva.
Conforme vayamos triturando, comprobaremos la textura: si está demasiado densa podemos añadir un poco del caldo con el que hemos hervido los ingredientes de la olla o un poco de aceite de oliva.
Por último, probamos, rectificamos de sal, de comino y limón y podemos añadir algo de pimienta al gusto.
¿Cómo presentar el humus?
Presentaremos el humus en un cuenco o plato pequeño. Espolvorearemos un poco de comino sobre él (opcional) y un poco de pimentón dulce que le dará un toque muy especial. A mí me gusta con pimentón dulce, pero si vosotr@s sois más atrevidos y os gusta el picante podéis añadirle pimentón picante.
A continuación, derramaremos un chorrito de aceite de oliva sobre el humus que le dará una textura y un brillo deliciosos.

Podemos acompañar el humus con tostadas de pan. ¡Riquísimo! Pero también es una opción muy saludable combinarlo con crudités: palitos de zanahoria y apio crudos.
Ya me contaréis si habéis innovado en casa con esta u otra versión propia de humus. Espero vuestros comentarios. ¡Hasta la próxima! :)
*CURIOSIDAD: Os decía al principio que el humus es una forma muy digestiva de comer legumbres. ¿Sabéis por qué? Además de que al triturarlas evitamos tener que digerir entera la piel de las legumbres, el comino es una especia (carminativa) que combate los gases, lo cual contrarresta el efecto flatulento de los garbanzos que dificulta la digestión. Si no te lo crees porque las legumbres te suelen sentar muy mal: te reto a probar un humus bien trituradito de cualquier legumbre y subirle un punto de comino.