No hace falta invertir mucho en festividades tan fugaces como Halloween, ¿no? A veces lo más sencillo puede resultar muy aparente. Y además luego nos dará menos pena desecharlo o retirarlo hasta otro año. Yo seguiré haciendo campaña contra las calabazas para posicionarme a favor de algo tan español (y tan valenciano) como las naranjas o las granadas. Además …
