Hoy os desvelo un secreto: guardo las toallas de los dos cuartos de baño en un mismo armario. Shhh.
En muchas casas a las que he ido, si hay dos cuartos de baño, las toallas se guardan repartidas entre los dos aseos para no tener que ir haciendo viajes. No obstante, el mueble del baño verde es muy pequeñito y si lo llenase de toallas no tendría para guardar allí la mitad de las cosas que tengo.
Solución: guardar todas las toallas en el baño marrón aprovechando que tiene más armarios.
Cuando se hicieron las reformas de los baños, ya tenía claro que no iba a haber demasiado espacio. El baño verde se quedó con la bañera y el bidé. De forma que el espacio hubo que hacerlo en el baño marrón eliminando el bidé y cambiando la bañera por un plato de ducha. Había que sacrificar elementos y decidir prioridades.
Así, después de la reforma ya sabía donde ubicaría este armario extra para almacenar las toallas de toda la casa. El hueco era pequeño, así que hice un diseño de cómo me imaginaba este mueble para poder aprovecharlo al máximo. Arriba: estantes protegidos con puertas para guardar las toallas y evitar que entrase polvo o humedad. Abajo: un espacio vacío donde colocar un cesto para la ropa sucia.
Os dejo un dibujo de esta idea en el que podréis comprobar mis maravillosas dotes artísticas como «dibujanta», jaja.
Busqué y busqué un armario de estas características por mil sitios. No hacía falta que las medidas fuesen exactas, pero al menos sí las puertas de armario arriba y el hueco para un cesto abajo. ¡Nada! No fue posible encontrar uno que se adaptase a estas necesidades (o no tenía el hueco para la ropa sucia, o tenía estantes que no estaban protegidos por ninguna puerta, etc.).
Así que finalmente me tocó deshacerme de esta idea o contratar a alguien que hiciese el mueble a medida. Una vez más, mi carpintero de confianza fue clave en este proceso y pudo cumplir con las condiciones de este mueble de baño. Y ya de paso, aprovecharía al milímetro el espacio disponible creando un mueble totalmente a medida (210 x 60 x 33 cm). ¡Qué haría yo sin ti, Juan Carlos!
Por fin, así es como quedó el mueble. Un armario donde guardar todas las toallas sin que cojan polvo ni humedad. Y también solucionó de un plumazo el problema de muchos hogares en los que la pregunta “¿dónde meto el cesto de la ropa sucia?” te puede traer de cabeza.
La cesta de fibra para la ropa sucia (46 x 27 x 63 cm) la conseguí en Zara Home. Fue el canasto que encontré con las medidas más parecidas al hueco del que disponía, y estaba en color crudo o en wengué.
Una vez más, la moraleja del post sigue siendo «no te desanimes por no encontrar lo que buscas»; si tu idea está clara en tu mente ¡a por ella!. Nadie mejor que tú conoce las necesidades de tu hogar.
Un saludo a tod@s. Mil gracias por haberos quedado a leerme. Nos vemos en el siguiente post.